viernes, 13 de marzo de 2015

El ingreso por sorteo del IEMS-DF en el banquillo de los acusados

El ingreso por sorteo del IEMS-DF en el banquillo de los acusados
     
Raúl Pérez Ríos

estamos haciendo una lotería
académica con los lugares
del nivel medio superior
y de la Universidad”

Héctor G. Riveros y
Emma Jiménez Cisneros

este procedimiento merece el beneficio
de la duda, ya que si bien no es acorde
con el modelo ortodoxo usado en el país
a través de un examen de selección,
debe darse la oportunidad de que
demuestre su efectividad

J. Ramos



El Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal (IEMS-DF), al igual que la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), “Promueve la equidad en el acceso, dado que el ingreso al sistema se hace por medio de un sorteo. Mediante este procedimiento busca equilibrar las condiciones de desigualdad en que egresan los estudiantes del nivel básico” (EVALUA DF, 2012), a diferencia de otros bachilleratos, como el de la UNAM o el del Instituto Politécnico Nacional (IPN), donde sólo ingresan los aspirantes que obtienen los puntajes más altos en un examen de selección.

Tanto en el IEMS-DF, como en la UACM, es el azar el que determina la posibilidad de que los jóvenes puedan realizar sus estudios en dichas instituciones y no se toma en cuenta el promedio con el que salieron los aspirantes de la secundaria o el bachillerato, ya que se considera que “los promedios de calificaciones y los exámenes de admisión ‘en boga’ no juzgan factores altamente determinantes del éxito escolar como la motivación, las capacidades creativas, la auto estima y la seguridad de los mismos estudiantes”, tal como se mencionó en las justificaciones en torno al sorteo que publicó la UACM, el 22 de junio de 2001, antes de ser autónoma.

Claudio Albertani (2012), también considera que “Aun admitiendo, sin conceder, que el examen de admisión sirva para medir los conocimientos de los aspirantes en un momento dado, no puede dar cuenta de su disposición a aprender y la experiencia dice que este es el factor determinante”, para lograr el éxito escolar.

Sin embargo, Antonio Gago Huguet[1] señala que mediante el ingreso por sorteo tampoco se ve “cómo se evalúa la auto estima o el afán de logro y la confianza que pueden tener en sí mismos los jóvenes” (Gonzalez, 2001), ya que con este mecanismo de selección “podemos estar dejando a los más necesitados, a los que pueden haber obtenido promedios altos en la secundaria, a jóvenes sobre dotados, a personas sin padres o en situación de calle”, como dice el Centro de Investigación Educativa y Actualización de Profesores A. C. (2001), es decir, no existe un perfil definido de los estudiantes que ingresan o quedan fuera del IEMS-DF y la UACM.

Esta situación ha hecho que el ingreso por sorteo sea uno de los aspectos más cuestionados y controversiales de dichas instituciones (Medina, 2005; Contreras, 2010; Pérez, 2012), tanto por algunas asociaciones civiles, como por diputados e investigadores que no están de acuerdo con que sea la suerte la que determine el ingreso de los aspirantes.

El método de ingreso por sorteo “lo que hace es poner en segundo término cualquier cualidad o rasgo característico de una persona” (González, 2001), ya que “no se relaciona ni con el mérito ni con el esfuerzo, es solo cuestión de suerte” (Medina, 2005), y “contribuye a que la población estudiantil tenga un perfil educativo, social y económico heterogéneo, cuestión que representa un reto de atención a la diversidad” (Hernández, 2013b), al que se enfrentan los Docentes-Tutores-Investigadores (DTI’s) que laboran en las Preparatorias del Gobierno del Distrito Federal (GDF) y al que, “al menos desde el punto de vista formal, se responde a través de la aplicación del Proyecto Educativo” del IEMS-DF (EVALUA DF, 2012)[2], ya que “Los maestros no se limitan a dar clases, sino que también realizan tareas de tutoría y de investigación. Gracias a esto los alumnos reciben una atención personalizada que les abre la oportunidad de emparejarse con jóvenes de, por ejemplo, las preparatorias de la UNAM e incluso las privadas para poder acceder a las escuelas de educación superior” (Asai, 2014)[3].

Sin embargo, Roberto Rodríguez y Pedro Flores Crespo[4] (citados por Hernández, 2010a:4), han afirmado que “La equidad en la educación media superior y superior es tan importante que no puede dejarse a la suerte en un sorteo, como ocurre en las 17 preparatorias a cargo del Gobierno local y la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM)", y consideran que “resulta injusto quedar marginado por sorteo”, “aunque tenga elementos de justicia social.

Por otra parte, Carlos Ornelas (citado por Archundia, 2012), afirma que el mensaje que manda el ingreso por sorteo es “que no hay necesidad de esforzarse y al final lo que cuenta es la suerte”, y de manera similar, Antonio Gago Huguet considera que “no es una buena decisión” que se “deje al azar las posibilidades de un grupo de estudiantes”, ya que “El mensaje que se les da es que más vale tener buena suerte que esforzarse y haber hecho un buen bachillerato o una buena educación secundaria; les estamos diciendo de alguna manera que es mejor fincar las cuestiones en el azar y no en el esfuerzo” (González, 2001)

Aunado a lo anterior, Priscila Vera (2014), afirma que el IEMS-DF,Al ser un organismo educativo al que se ingresa por medio de un sorteo, y no a través de la evidencia de conocimientos generales a través de un examen, es percibido como de baja calidad y como una ‘opción fácil’ para no dejar de estudiar”, por lo que “Los jóvenes del Distrito Federal con verdaderas ganas de estudiar no lo ven como una alternativa. Es por ello que su matrícula está conformada por personas que no tuvieron otra opción, situación que se refleja en los altos índices de deserción”. Además, ella afirma que “Decir que mantener el ingreso por sorteo hace a éste un modelo más democrático que por examen es un argumento falaz” (Hernández, 2014c)

En consonancia con lo anterior, David Calderón[5] (citado por Hernández, 2014a), propone que las Preparatorias del GDF modifiquen su mecanismo de ingreso por sorteo ya que “Como experimento ya fue (…) Se malinterpretó la equidad con la laxitud de no exigir nada como desempeño de rendimiento, lo que afecta a los maestros", y dicha propuesta también ha sido contemplada por Mara Robles (citada por Hernández, 2013a), quien se ha manifestado a favor de que “se trabaje en un esquema de ingreso diferente al actual, que es por sorteo”, ya que “el azar nunca ha sido justo”, por lo que en el IEMS-DF se podría trabajar en un esquema de ingreso “que les signifique un esfuerzo a los estudiantes, de tal manera que quienes entran, si se sientan reconocidos y valorados.

Desde el punto de vista de Antonio Gago Huguet (citado por González, 2001), “hay fórmulas más adecuadas de selección, sin defender a ultranza una en específico porque todas tienen al menos algún inconveniente”, y considera que “hacer un examen de conocimientos, tomar en cuenta los antecedentes escolares de los jóvenes, hacerles exámenes de aptitudes, entrevistarlos, conocer sus motivaciones” da “un indicio más certero que un solo sorteo”.

En ese tenor, Priscila Vera “elaboró una iniciativa de ley para reformar este sistema educativo que plantea modificar el mecanismo de ingreso que actualmente es por sorteo aleatorio[6] (Hernández, 2014f), ya que ella afirma que “Hacer un examen de selección a los alumnos que ingresan a las 20 preparatorias del Instituto de Educación Media Superior (IEMS) ayudará a reducir el rezago” (Hernández, 2014c), mientras que Roberto Rodríguez (citado por Hernández, 2010), considera que el ingreso a las Preparatorias del GDFpodría hacerse por una doble vía: unos por sorteo y otros por examen. Si me interesa mucho entrar, me preparo para un examen y no me sujeto al sorteo. Si no estoy seguro, voy al sorteo”. Sin embargo, dichas propuestas no han sido bien recibidas por la comunidad del IEMS-DF.

Cuando José de Jesús Bazán Levy era el Director General del IEMS-DF, llegó a afirmar que no se cambiaría el mecanismo de ingreso por sorteo, ya que “Cambiarlo llevaría a un conflicto improductivo, en el sentido de que hay otras muchas cosas importantes que se pueden hacer sin cambiar eso y por hacerlo se dejaría de hacer todo lo demás” (Hernández, 2010:4), y en ello tenía toda la razón, puesto que “la eliminación del examen de admisión no es una ocurrencia, sino que responde a un planteamiento pedagógico preciso” (Albertani, 2012:55). Se trata de eliminar un mecanismo curricular que culpabiliza a los excluidos, bajo el argumento de una supuesta carencia de habilidades, cuando en realidad se trata de limitar su acceso a la educación debido a la falta de espacios y de presupuesto, además de que no da cuenta de la disposición de los estudiantes a aprender, lo cual es un factor determinante para que los estudiantes puedan concluir sus estudios.

Si se tratara de implementar ese mecanismo de selección en las Preparatorias del GDF, eliminando para ello el ingreso por sorteo, es indudable que se generaría un conflicto muy serio, por la oposición que se podría generar. Además de que, como dijo Freyja Doride Puebla (citada por Hernández, 2014e), cuando era Directora General del IEMS-DF, “Si cambiamos nuestro ingreso, vamos a dejar en desventaja a todos estos chicos para los cuales ésta es la única oportunidad de estudio”, ya que “Si (los estudiantes) tuvieran que presentar un examen ¿Quién va a rescatar a estos chicos que han sido rechazados y rechazados y rechazados? Nuestro proyecto surge de la Secretaría de Desarrollo Social para apoyar a estos grupos[7], por ello “Las preparatorias del Gobierno capitalino defenderán que el ingreso a estas escuelas se mantenga por sorteo”. Como diría Claudio Albertani (2012), para el caso de la UACM, que también se aplica al IEMS-DF: “una de las razones de ser de nuestra institución es, precisamente, admitir a los excluidos por el sistema escolar”.

Alejandro Canales (citado por Hernández, 2010), señala que “primero tendría que resolverse el problema de cobertura a todos los jóvenes en edad de cursar el bachillerato y después discutir su mecanismo de ingreso”. Sin embargo, la diversidad de instituciones, tipos y modalidades de bachillerato posiblemente puedan resolver en lo inmediato el problema de la cobertura, pero no necesariamente satisfacen las preferencias educativas de los estudiantes, ya que muchos aspirantes sólo quieren estudiar en determinadas escuelas o instituciones y cuando les asignan una que ellos no eligieron, como sucede en el examen único de selección de la Comipems con los aspirantes que no obtienen los más altos puntajes, puede ocasionar posteriormente una situación de fracaso escolar, ya que los jóvenes terminan desertando, a pesar de que se les garantizó su acceso al bachillerato.

La discusión de las implicaciones que conllevan los diferentes procesos de selección de los aspirantes al bachillerato es importante porque existen diferencias considerables entre cada uno ellos, ya que mientras el sorteo aleatorio de los lugares disponibles deja el problema de la exclusión educativa al azar, los exámenes de admisión introducen el aspecto de la discriminación académica, con el que se busca que sólo los estudiantes que obtienen los más altos puntajes en el examen pueden ingresar al bachillerato de su elección, dejando fuera de las instituciones con mayor demanda a los estudiantes más desfavorecidos, los cuales se ven orillados a ingresar a una institución que ellos no querían.

Al respecto, Iris Guevara González (2002) señala que “Si bien el examen único permitió incrementar el ingreso a la educación media superior, ha creado descontento entre los jóvenes porque son canalizados a instituciones que no son las que ellos han elegido y muchos de los que deseaban estudiar bachillerato han sido enviados a carreras técnicas, en contra de su voluntad”.

Con la obligatoriedad del bachillerato, el Estado no solo debería garantizar el acceso a la educación media superior, sino también respetar y satisfacer las preferencias educativas de los estudiantes, lo que implicaría incrementar y fortalecer aquellas opciones que tengan una mayor demanda entre los jóvenes que deben estudiar el bachillerato, de manera que lo puedan hacer donde quieren y no sólo donde encuentran lugar para poder hacerlo. Si eso se lograra sería innecesario establecer un método de ingreso para el bachillerato como los que actualmente existen.






REFERENCIAS



Albertani, Claudio, 2012. “Pienso luego estorbo. Textos en defensa de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México”. Juan Pablos Editor. México. p. 45 y 55.

Archundia, Mónica, 2012. “Requiere educación de ‘cirugía mayor’”. El Universal. Metrópoli. Jueves 27 de diciembre de 2012. En: http://www.eluniversal.com.mx/notas/892121.html

Centro de Investigación Educativa y Actualización de Profesores A. C., 2011.  “Estrategia para el aprovechamiento y mejora del modelo educativo del bachillerato del IEMS. Informe Final.

Contreras, José, 2010. “Desorden y trampas en las prepas del DF”. La Crónica de Hoy. Opinión. 6 de mayo de 2010. En: http://www.cronica.com.mx/notas/2010/504536.html

EVALUA DF, 2012.”Evaluación del diseño de los servicios educativos que proporciona el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal”, p. 25. En: http://www.evalua.df.gob.mx/files/recomendaciones/evaluaciones_finales/evaluacion_media_superior.pdf

González, Alberto, 2001. “Critican método de entrar a UCM”. Reforma. Ciudad. 25 de julio de 2001.

Guevara González, Iris, 2002. “La educación en México. Siglo XX”. UNAM/Miguel Ángel Porrúa. Ciudad de México.

Hernández, Mirtha, 2014a. “Piden quitar ingreso por sorteo en prepas”. Reforma. Ciudad. 21 de mayo de 2014. p. 2. En: http://www.reforma.com/aplicaciones/articulo/default.aspx?Id=238073

Hernández, Mirtha, 2014c. “Insiste diputada en hacer examen para las prepas”. Reforma. Ciudad. 27 de marzo de 2014.

Hernández, Mirtha, 2014e. “Justifican sorteo en prepas del GDF”. Reforma. Ciudad. 26 de marzo de 2014.

Hernández, Mirtha, 2014f. “Demandan revisar las prepas del GDF”. Reforma. Ciudad. 03 de febrero de 2014.

Hernández, Mirtha, 2013a. “Quieren ajustes en prepas del GDF”. Reforma. Ciudad. 8 de octubre de 2013. En: http://www.reforma.com/libre/online07/preacceso/articulos/default.aspx?plazaconsulta=reforma&url=http%3A%2F%2Fwww.reforma.com%2Fciudad%2Farticulo%2F717%2F1432360%2F&urlredirect=http%3A%2F%2Fwww.reforma.com%2Fciudad%2Farticulo%2F717%2F1432360%2F

Hernández, Mirtha, 2010a. “Desertan de prepas del GDF”. Reforma. Ciudad. 12 de julio de 2010.

Hernández, Mirtha, 2003. “Recurren rechazados a las prepas del GDF”. Reforma. Ciudad. 07 de agosto de 2003.

Medina, 2005. “El Proyecto Educativo del Gobierno del Distrito Federal”. Revista de Investigación Educativa 1. Julio-Diciembre de 2005. ISSN 1870-5308. Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz.

Pérez Rocha, Manuel. 2012. “Para evaluar al evaluador”. La Jornada. Opinión. Jueves 5 de abril de 2012. En: http://www.jornada.unam.mx/2012/04/05/opinion/017a2pol

Pérez Rocha, Manuel. 2012a. “UACM: sorteo, examen de ingreso, méritos y conflicto”. La Jornada. Opinión. Jueves 1 de noviembre de 2012. En: http://www.jornada.unam.mx/2012/11/01/opinion/024a2pol

Riveros, Héctor G. y Julieta Fierro, s/f. “La evaluación y los exámenes de admisión”. En: http://www.fisica.unam.mx/personales/hgriveros/docu/HecEvaAlfin.pdf

Sanders, Nadia, 2001. “Pierde prepa por ‘salada’”. Reforma. Ciudad. Crónica. 08 de agosto de 2001.

Vera Hernández, Priscila, 2014. “Ante evidentes deficiencias del IEMS, urge reforma”. La Silla Rota. Opinión. 19 de Mayo de 2014. En: http://lasillarota.com.mx/modulo/articulo/imprimirarticulo/ante-evidentes-deficiencias-del-iems-urge-reforma
  






[1] Antonio Gago Huguet es el Director General del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior.
[2] En la Evaluación del diseño de los servicios educativos que proporciona el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal”, realizada por EVALUA DF (2012) se menciona que “en las narrativas de los actores –principalmente los docentes-, hay fuertes debilidades en lo que respecta a sus capacidades para poder atender con pertinencia, equidad y calidad a esta diversidad de alumnos de los planteles IEMS”, lo cual resulta preocupante, porque ello repercute también en los indicadores de desempeño de la propia institución.
[3] En la Evaluación del diseño de los servicios educativos que proporciona el Instituto de Educación Media Superior del Distrito Federal”, realizada por EVALUA DF (2012), se advierte que “Si bien es cierto que en el modelo se da un gran valor a la tutoría y la asesoría personalizada, en la revisión realizada se observa que, en la modalidad escolarizada, mientras que de 2007 a 2012 el número de alumnos aumentó, los docentes que los atienden siguen siendo prácticamente los mismos, lo cual podría estar generando, problemas de calidad en la atención recibida por los estudiantes, o minimizando las posibilidades de atención personalizada supuesta en el modelo”, además de que los DTI’s  consideran que “el tiempo no es suficiente para realizar todas las actividades que les corresponden”, aunado a que “no siempre hay claridad respecto de lo que le compete realizar”, lo cual también afectando la atención que se le debe dar a los estudiantes.
[4] Pedro Flores Crespo es un especialista del Instituto para el Desarrollo de la Educación, de la Universidad Iberoamericana.
[5] David Calderón es el Director de Mexicanos Primero.
[6]En la propuesta de reforma al decreto de creación del IEMS, presentada ante la Comisión de Gobierno el pasado 13 de enero, la panista propone que estas preparatorias se incorporen al Sistema de Bachillerato a cargo de la SEP. Además de que adopten la Reforma Integral de la Educación Media Superior (RIEMS), la cual busca el desarrollo de competencias en los estudiantes. También que las escuelas sean evaluadas por el Consejo para la Evaluación del Tipo Medio Superior el cual revisa los planes y programas de estudios, que los docentes cumplan con las competencias previstas en la Reforma y las instalaciones y materiales sean suficientes para lograr las competencias” (Hernández, 2014f).
[7] Cada año, muchos de los alumnos que no obtienen un lugar en las instituciones de educación media superior de la zona metropolitana o que el asignado no es de su agrado, acuden a las Preparatorias del GDF en busca de una segunda opción de estudio (Hernández, 2003). Dicha situación fue reportada por la periodista Nadia Sanders (2001) desde la primera vez que se realizó el registro de aspirantes en el IEMS-DF, en una crónica en la que mencionó que dicho proceso “atrae a rechazados, desertores y primerizos en la búsqueda de un lugar en la educación media superior pública y gratuita”. Sin embargo, es importante retomar lo que menciona Héctor G. Riveros y Julieta Fierro (s/f) respecto a que “si un estudiante es rechazado no significa que no pueda realizar trabajo académico, es posible que en otro intento u otra institución demuestre su capacidad”.

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