De emplazamientos,
huelgas, declaraciones de inexistencia
y aumentos
salariales diferenciados y unilaterales
Actualmente, los trabajadores del Instituto de
Educación Media Superior de la Ciudad de México (IEMS-CDMX) estamos ante la
posibilidad de estallar una huelga el próximo miércoles 16 de noviembre de
2016, en demanda de un aumento salarial diferenciado para los trabajadores
académicos y administrativos equivalente al 7% y 9% respectivamente.
Aunque las autoridades del IEMS-CDMX recientemente han
presentado una propuesta de aumento salarial diferenciado para los trabajadores
del Instituto, consistente en 3% de incremento para los trabajadores
administrativos y 0% para los trabajadores académicos, evidentemente es una
propuesta que no podemos aceptar porque congela el salario de los docentes, y
si tomamos en cuenta el aumento de la inflación, constituye, en los hechos, una
disminución considerable de nuestros ingresos.
Si las autoridades del IEMS-CDMX consideran que su
propuesta puede evitar que estalle la huelga, se equivocan y ellas lo saben,
entonces ¿a qué le apuestan? Para saberlo, hay que recordar lo que sucedió hace
un año durante el proceso de revisión salarial del 2015.
Durante los primeros días de octubre del año pasado,
el Sindicato de la Unión de Trabajadores del IEMS-CDMX (SUTIEMS) emplazó a
huelga al Instituto en demanda de 20% de aumento salarial para todos los
trabajadores. Aunque las autoridades del IEMS-CDMX ofrecieron un incremento del
3.5% y un bono de $1,500.00 pesos para los trabajadores académicos y de
$1,800.00 pesos para los trabajadores administrativos, el sindicato decidió estallar
la huelga el martes 17 de noviembre de 2015, la cual fue declarada inexistente el
domingo 22 de noviembre de dicho año por parte de la Junta Local de
Conciliación y Arbitraje de la Ciudad de México (JLCA-CDMX), argumentando que
se estalló la huelga fuera del horario laboral y que la suspensión de labores
se realizó por una minoría de trabajadores, además de que el sindicato incurrió
en algunas omisiones como la de no señalar los salarios, categorías yo niveles
sobre los cuales se pretendía hacer la revisión salarial, además de que no se
exhibió el acta de la Asamblea General en la que se aprobó emplazar a huelga.
A pesar de la declaración de inexistencia de la huelga
de la JLCA-CDMX, las autoridades del IEMS-CDMX decidieron otorgar de manera
unilateral el incremento salarial que habían ofrecido antes de que estallara la
misma, pero les descontaron a los trabajadores sindicalizados 4 de los 6 días
que duró la huelga.
Por lo anterior, la declaración de inexistencia de la
huelga puede ser una de las cosas que esperen las autoridades del IEMS-CDMX en
el caso de que la misma se realice, ya que una vez desconocida y terminada la
huelga, el Instituto podría otorgar de manera unilateral, si así lo decide, el
aumento salarial que inicialmente ha ofrecido y que será únicamente para los
trabajadores administrativos.
El otro “AS” bajo la manga con el que esperan contar las
autoridades del IEMS-CDMX es la denominada “huelga a puertas abiertas”, la cual
puede ser estipulada de manera ilegal y anticonstitucional por la JLCA-CDMX,
como ya lo hizo el 16 de mayo de este año con otro emplazamiento a huelga que
interpuso nuestro sindicato por violaciones al Contrato Colectivo de Trabajo
(CCT), supuestamente para salvaguardar el derecho a la educación de los alumnos
en los términos de lo previsto por la Convención sobre los Derechos de los
Niños ratificada por nuestro país y publicada en el Diario Oficial de la
Federación el 25 de enero de 1991.
En una “huelga a puertas abiertas”, los trabajadores
sindicalizados que así lo decidan pueden suspender sus labores y colocar sus
banderas rojinegras en los accesos de las instalaciones, pero no se puede
impedir el paso al interior de las mismas, de manera que los estudiantes y los
trabajadores no sindicalizados o los que pertenecen a otros sindicatos, pueden
realizar sus labores cotidianas dentro de la institución sin ningún problema y
sin ningún temor de que les vayan a suspender el pago de su salario o les vayan
a descontar los días que dure la huelga a puertas abiertas.
Considerando lo anterior, la huelga a puertas abiertas
convierte prácticamente en esquiroles a todos aquellos trabajadores que no
suspenden sus labores durante la misma y con su acción le restan fuerza al
movimiento huelguístico que busca mejoras incluso para los trabajadores de base
que no pertenecen al sindicato que realiza la huelga, por lo que uno esperaría
que TODOS los trabajadores cerraran filas y aunque no se cerraran las
instalaciones, TODOS suspendieran las labores en las mismas, para que sea
efectiva la huelga.
Sin embargo, desde hace mucho tiempo las autoridades
del IEMS-CDMX han estado fomentando la división de los trabajadores, de manera
que actualmente existen 3 sindicatos dentro de la misma institución, los cuales
hace unos meses se disputaron la titularidad del CCT, ganando por tercera vez
consecutiva el SUTIEMS, pero con ese antecedente, difícilmente podemos pensar
que los trabajadores afiliados a los sindicatos perdedores se solidarizarán con
la huelga que realice el sindicato que les ganó el recuento, a menos que tengan
una verdadera conciencia de clase, y todavía nos hace falta considerar a los
trabajadores que no están sindicalizados, entre los cuales también se
encuentran los trabajadores “de confianza”, la mayoría de los cuales son
pro-patronales.
Ante dicho escenario, los trabajadores afiliados al
SUTIEMS tendremos que decidir el próximo martes 15 de noviembre de 2016, en
Asamblea General, si aceptamos la propuesta que hasta ese momento hayan
presentado las autoridades del IEMS-CDMX y conjuramos la huelga o rechazamos su
propuesta y estallamos la huelga, independientemente de que exista la amenaza
de que la JLCA-CDMX la pueda declarar inexistente posteriormente o que nos
quiera obligar a realizarla a “puertas abiertas”.
Lo que en este momento está en juego no sólo es un
aumento salarial que las autoridades del IEMS-CDMX sólo quieren otorgar a los
trabajadores administrativos, negándoselo a los trabajadores académicos. Lo que
está en juego es nuestra dignidad, la cual será pisoteada si permitimos que le
nieguen a un sector de trabajadores un aumento salarial, ya que sentaría el
precedente para que los años posteriores se repitiera lo mismo, además de que
se estaría anulando con ello una de las funciones fundamentales que debe tener
todo sindicato y que es la de velar por el mejoramiento de las condiciones labores
de todos sus agremiados.
Por lo anterior, vayamos sin temores a tomar la mejor
decisión el próximo martes en nuestra Asamblea General y enfrentemos unidos y
organizados esta burda maniobra con la que se quieren burlar de nosotros las
autoridades del IEMS-CDMX.
¡Por educación y
trabajo dignos!
Raúl Pérez Ríos
Docente-Tutor-Investigador
del IEMS-CDMX
Ciudad de México a 13 de noviembre de 2016
